Es tan extraño sabes, hay momentos en los que inundas de una forma tan repentina mis pensamientos… Y por más que me obligue a sacarte de mi mente, se vuelve tan complicado.

Nada es como solía ser antes: Ya nada tiene ese brillo especial que le daba tu presencia; los colores de la vida se han vuelto tan opacos, que ya no puedo distinguirlos; las noches son tan frías, tan oscuras, les falta tu calor; ya no le entrego mi confianza a las personas, por miedo a que me traicionen; los días son tan monótonos, ya no disfruto salir a fumar un cigarrillo sin tu grata compañía…

Incluso yo me he vuelto tan raro: ya no hago las locuras que me caracterizaban, me he vuelto tan normal…; evito mirar a las chicas a los ojos por miedo a que se enamoren de los míos; me e cortado el cabello; ese que tanto me gusta, ya no esta, trato simplemente de mantenerlo corto; y por último, y en lo personal lo que más me duele: dejé de escribir, por no tener a alguien a mi lado que inspire mis versos, alguien a quien dedicar mis estrofas.
Cuanto llega a cambiar un hombre por una mujer ¿no crees? Quien diría que todo lo que prometí no hacer por alguien que no fuera yo, lo haría por ti…

Que extraña se vuelve la vida, conforme la vamos viviendo.