10.5.11




Atrápame y destrúyeme, toma en mano propia la justicia a la que nadie hizo frente. Conviértete en la asesina perfecta, aquella de la que nadie jamás sospecha, y has de tu nombre la definición exacta del infierno mismo.


Asesina, aniquila, destroza a todos aquellos hombres que con tu figura hemos pecado; transforma en realidad, las pesadillas de todos los que alguna vez, nos vimos contigo. Lleva a juicio las almas que llevamos tatuado el dolor en todas partes.


Haznos bailar con la misma muerte, cara a cara, pero hazle saber que el temor de su nombre, no se compara con verte frente a nosotros. Danos como último deseo escuchar las campanadas que anuncian el final de nuestra existencia, mientras contemplamos frente a nosotros la tumba que has preparado, mientras morimos por el grito ensordecedor que anuncia la llegada del mismo Lucifer. Haznos anhelar la llegada del nuevo día que ya nunca volveremos a contemplar.

Hazte pasar por la psicosis y la paranoia de todos los que fuimos tras tu sombra, inadvertidos de la tortura que nos esperaba. Pero hazlo ya, ahora que puedes, mientras la noche siga y los inocentes duermen, acaba con aquellos ángeles que entraron a la guerra sin entrenamiento previo. Estaré aquí, simplemente esperando, a que tu mirada llegue a mi nombre en esa larga lista, aquí estaré, esperando, a que atormentes a este ángel que decidió jugar con demonios sin saber que llevaba las de perder
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