Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Ocho: Ya No La Siento Cerca.

Ya no escucho el eco de su voz en las paredes de mi habitación. Perdí toda comunicación con ella, ya no conosco su paradero. Dime mujer nomada ¿qué fue de la chica que alguna vez pensó en mí? ¿En qué rincon de esta ciudad la dejaste marchitar? Ahora solo espero aquí sentado, pidiendo verla regresar, aunque se que no volverá, solo pido que esté en paz. Que en los brazos de la persona que este en este instante, no le falte lo que a mi me sobró de amante, que sus vidas juntos sean día a día una alegría y no una perdición. ¿Sabes vida mía? En este lugar todo sigue exactamente igual, solo le falta tu presencia para poder llamar una vez más, a esta chosa, hogar.

Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Siete: Con Una Dosis Ya No Basta.

Te contaré la verdad que en este momento me inunda el pecho, y no me deja continuar. Desearia decirtelo de frente en este instante mientras estas recostada sobe mi cama, pero me es imposible, así que improvisaré con las absurdas palabras que en ocasiones surgen de mis manos. Ya no me basta con esas minimas dosis que me das cuando nos vemos. Necesito más y más de ti, como un adicto de su droga, tu eres la mia, la que me hace volar tan alto sin miedo a caer y morir por el impacto; la que me hace luchar y hacer mil y un cosas en un segundo; ¿estás dispuesta a darme esa dosis que cada vez se hace más y más necesaria, solo para controlar al monstruo que llevo dentro?

Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Seis: La Recuerdo Con Dulzura.

Siempre que miro al cielo, mientras las estrellas asoman su rostro por la noche, buscando la respuesta que necesito para saber si continuar o desistir de una vez por todas, los recuerdos comienzan a acumularse en mi memoria, y me hacen estallar en melancolía y lágrimas. Y para ser sincero, la recuerdo con dulzura, recuerdo sus ojos cuando la tenía cerca, recuerdo sus caricias cuando nos fundiamos en nuestro mundo, recuerdo el dulce sabor de sus labios que me llevaban a mundos diferentes, ¿qué habra sido de ella? Tal vez solo soy un recorte en su pared, un simple recordatorio de lo que alguna vez fue lindo y hoy, solo sirve para lastimarla de la forma más cruel que jamás imaginó. Solo pido que su dicha sea mayor que el dolor que hoy me embarga al recordarla, cuando según yo, estaba muerta en un recuerdo.

Cien Días Cine Escritos. Día Ochenta y Cinco: Seguro Que Pronto Llegará.

Se que ella vendrá, y aquí seguiré, esperandola, añorando su llegada. Y estaré listo, no me quedaré con los brazos cruzados mirando a todos lados deseando verla regresar en el horizonte, haré lo que este en mis manos para crecer como persona, para estar listo para ella, y así poder entregarle el reino que tanto tiempo a estado aguardado por ella. Así, podré darle más de lo que se merece, y espero poder recibir lo mismo, y no la espero con ansias, estoy tranquilamente esperandola, no tengo prisa, ella ya ha anunciado su regreso...

Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Cuatro: ¿Qué Pasará Contigo Cuando...

... Me vaya de tu lado? ¿Qué haras? ¿Buscaras a otro idiota que te ruegue y te ayude a salir de los agujeros en los que tu misma te metes? ¿Dejaras que otro ocupe mi lugar y me mandaras al olvido como uno más de tu larga lista de estupidos que buscaron verte feliz y que al final desistieron por tu ceguera? Ya no deseo pasar más tiempo intentando hacer que entres en razón, si algun día vienes a mi, será por cuenta propia, no por mis absurdas suplicas. ¿Qué haras entonces? ¿Seguiras sola tu camino? ¿O viviras en un sueño, muriendo por el ángel que estaba dispuesto a darlo todo por ti, y que simplemente dejaste partir?

Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Tres: Aún Espero A Que Me Mires Otra Vez.

Lo se, suena extraño viniendo de mi parte, pero que no te lo resulte, aún me duele tu partida. Lo se, suena extraño, hablar de otra chica que me destroza el alma mientras tu tratas de ignorarme. Lo se, suena extraño, pero que no te lo resulte, todo lo hago con la intención de que me mires otra vez, esperando que nuestra historia vuelva a resurgir. Lo se, sueno hipocrita, pero aún quedan muchas cosas que deseo cumplir contigo, y a pesar de que algunas ya las hice, no son lo mismo si no te tengo entre mis brazos mientras beso tiernamente tus labios. No dudes que te espero, la desesperación se me desborda por los ojos, ¿cuánto me haras esperar para conocer tu respuesta?

Cien Días Cien Escritos. Día Ochenta y Dos: Y La Princesa Busca Ser Rescatada.

Mientras otras claman por mi ayuda, gritandome que las rescate, yo solo me preocupo por ella, por una princesa que no quiere ser rescatada por mi, aunque eso es lo que demuestra cada vez que me llama. Aún sigo esperando a que en verdad me necesite, ignorando a todas aquellas que buscan mi ayuda, ¿por que sigo siendo tan necio? Buscando una princesa que solo busca ser rescatada por otro, me limitaré a no frecuentarla tanto, dejaré que espere la llegada de su supuesto caballero, que yo más bien llamaría bufón.