Te contaré la verdad que en este momento me inunda el pecho, y no me deja continuar. Desearia decirtelo de frente en este instante mientras estas recostada sobe mi cama, pero me es imposible, así que improvisaré con las absurdas palabras que en ocasiones surgen de mis manos. Ya no me basta con esas minimas dosis que me das cuando nos vemos. Necesito más y más de ti, como un adicto de su droga, tu eres la mia, la que me hace volar tan alto sin miedo a caer y morir por el impacto; la que me hace luchar y hacer mil y un cosas en un segundo; ¿estás dispuesta a darme esa dosis que cada vez se hace más y más necesaria, solo para controlar al monstruo que llevo dentro?
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