Pero me encanta sufrir por las personas que no saben valorar mis actos nobles y desintersados, ese es el problema conmigo, nunca me tomaré la molestia de quererme un poco a mi mismo, y de ahí es de donde deriva mi dolor existencial y mi coflicto personal. Cada vez que la miro, no puedo evitar enamorarme más y más de su presencia. Hasta a su sombra le encontré color después del daño que me ocasionó, y aunque sé que jamás podremos estar juntos, eso no es algo que me importe más, con verla cada día sonreir, con eso, mi paso por su vida habrá valido cada lágrima derramada por su persona.
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