Supe que era ella cuando me perdí por primera vez en la comisura de sus labios, me incitó a probar del cáliz de la felicidad, sin saber que me costaría perder mi posesión más preciada. Supe que era ella, cuando en un beso, se robó más que mi aliento de una probada. No dejo de pensarla, de buscarla, de intentar saber algo que me de indicios de su paradero. La busco, y no la encuentro, camino en los rincones más oscuros de la ciudad esperando encontrar la luz que le dio sentido a mí existir. Supe que era ella, cuando las olas de sus ojos me arrastraron a lo más profundo de su alma, si saber que haría pedazos la mía, solo para que llevársela no fuese complicado. Nunca imagine que u ausencia me pesara tanto, tanto que mis alas tuvieron que partirse en dos para soportar el delirio que provoca el no tenerla cerca. Supe que era ella, cuando no sentí el golpeteo que producía mi corazón en el pecho, ¿Dónde estas mi quería niña? ¿Acaso no te das cuenta de lo que me hace tu ausencia? No vivo más por mi desde que te cruzaste en mi camino, aquella tarde nublada en la que los ángeles anunciaban tu presencia, mientras el tiempo se paraba de golpe. Supe que era ella, cuando se llevó mi corazón entre las manos, y no dejó rastro de su paso por mi vida… Lo supe desde aquel momento, que ella era la indicada, la chica que me haría dejar de caer en el abismo de las tinieblas que me consume más día a día, solo me pregunto ¿Dónde esta?
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