Cuando llegué por fin a casa, todos me esperaban emocionados, me miraban y aplaudían, lloraba y se conmovían, me abrazan y apoyaban, mis hermanos estaban conmigo, por fin estaba en casa. Me dijeron que El Creador quería verme, me sentí extrañado, no sabía para que, pero quería verme. Cuando estuve frente a él, me pidió una disculpa, diciéndome que el todo lo había planeado, todo había sido un juego suyo, pero con una intención: hacerme entender que la chica de humo no era para mí, que merecía proteger a alguien mejor, que ella estaría bien, le esperaba una buena vida, pero tendría que pasar aún muchas pruebas. Le dije que había sido cruel, le grite, le reclamé, le pedí que arreglara las cosas entre nosotros, pero al final entendí que lo hizo por mi bien. Reímos, lloramos, y al final, me dio la gran noticia, mi misión aún no había terminado y tenia que regresar. Tendría que estar listo, que las verdaderas pruebas apenas iban a comenzar.
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