25.10.11

Cien Días Cien Escritos. Día Veinticinco: Acto II: Cuando El Volcán Hace Erupción.

Pude notar el asco que le produce mi presencia cuando la beso, eso a mi no me importa, fueron dos grandes días que nunca olvidaré, pero hasta yo tengo dignidad y mucha paciencia, y este volcán ya resistió mas de lo que podía. A todos a mi alrededor se los cargará la chingada, así que, será mejor que me aleje y erupcione en donde solo pueda hacerme daño a mi mismo, ellos no merecen pagar una cuenta que no les corresponde, si al final el único responsable soy yo. Con respecto a la dama de la que hoy hablo, no tengo porque reprocharle nada, ella solo se dejó llevar por un momento de poca lucidez, lástima que no sea lo que esperaba, me pregunto cono siendo tan hermosa puede pensar de una forma tan ruin y sin sentido, pero esa es una línea que no deseo volver a pasar, al menos hasta que ella entienda cuanto lastiman sus palabras aunque no sean con esa intención. Se nos cayó el teatro amor mío, a este rey al que le diste un papel de bufón se canso de recibir siempre lo mismo, iré a buscar un mejor papel en la maravillosa obra de otra persona llamada su vida buscando un papel protagónico, sin importar cuanto ruegues no volveré, pero no lo tienes todo perdido, este volcán puede ser muy piadoso, el día que te quites tanta basura de la cabeza, que te quieras a ti misma y que sepas que es en realidad lo que buscas conseguir en esta vida, intenta una vez más ganar mi confianza, en lo que lo descifras, te quedas sola, en tu escenario, con una única luz alumbrando tu persona, bañada en lágrimas, no por el “amante” que acabas de perder, sino por el amigo que decidió por cuenta propia marcharse de tu lado. Cae el telón.

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