7.10.11

Cien Días Cien Escritos. Día Siete: Laberinto Sin Salida.

Caí en un laberinto sin salida, por más que busqué, por más veces que retrocedí buscando la salida, no existía, nunca existió, no la encontraré jamás. Me di cuenta muy tarde de que las cosas nunca iban a funcionar, los demonios tuvieron que apoderarse de mí, para hacerme ver que iba por el mal camino. Es tiempo de dejar atrás todo lo que e hecho y empezar de nuevo, retroceder en el trayecto antes pisado, agachar la cabeza, pedir perdón e irme derrotado. Vendrán mejores vientos que me hagan salir a altamar. Este caballero se cansó de buscar a su princesa, y cuando pensó haberla encontrado, se dio cuenta de que no era la correcta, su armadura esta oxidada, la tiene que renovar, y por más duro que sea, a la batalla nuevamente tendrá que entrar. No me daré por vencido, solo necesito tiempo para recargar mis fuerzas, y como siempre saldré delante de este tropiezo que se me ha presentado. Por hoy es todo, dejemos la película que juntos comenzamos a crear, borremos todo y volvamos a empezar, que no queda más por hacer en este lugar. Es momento de cambiar la arena del reloj, de buscar una nueva sirena en el mar traicionero que es la vida, de mirar las estrellas desde otro cielo, de levantarme y seguir, seguir hasta que se me destrocen las piernas. Levantemos nuevos muros para el castillo que se acaba de derrumbar. Siéntate un momento que tengo ganas de charlar, hice lo que estuvo en mis manos para arreglar nuestra relación, buscaba algo más y por la causa que sea no se dio, bueno, es hora de darle luto a ese amor incomprendido, enterraré mi dolor en la tumba desocupada que le pertenecía a la esperanza, que ahora renació, pero no por ti, nada mas de lo que haga será por ti. El lugar ahora esta reservado para la chica que se arriesgue a gobernar el imperio que este rey construyó con tanto esfuerzo. Esperaré ansioso a la persona que quiera ocupar el trono que rechazaste por no sentirte reina, se lo daré a quien en verdad lo merezca, y a quien lo sepa valorar, ya no corre prisa, ahora puedo esperar por ella, la que de verdad me quiera amar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario